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Las etapas del duelo: pasos para procesar la pérdida

Las etapas del Duelo
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El duelo es el proceso mediante el cual se procesa el dolor y las reacciones experimentadas por la pérdida de una persona significativa con quien se había establecido un sentimiento de apego afectivo. Es un proceso de adaptación a la separación y requiere tiempo adecuado, junto con rituales de separación y manifestaciones externas que ayudan a ejecutar procesos psicológicos específicos. En este artículo, profundizaremos en las etapas del duelo, con un enfoque en la psicología del mismo y su procesamiento.

¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso fisiológico y, como tal, debería resolverse en un período de 9-18 meses. Sin embargo, es crucial destacar que no existe una regla precisa que determine cuánto tiempo se necesita para procesar un duelo. Hay una ritualidad alrededor del duelo que incluye obituarios, condolencias de seres queridos, funerales y la posibilidad de ver y tocar el cuerpo del fallecido. Estos rituales buscan sellar la despedida y prevenir que el duelo se complique, transformándose en un duelo patológico.

Uno de los psicoanalistas que se dedicó al estudio del duelo fue John Bowlby, quien señaló las sorprendentes similitudes entre las reacciones de los niños a la pérdida de sus madres y las reacciones de los adultos al duelo.

La teoría del apego y el duelo.

El duelo se basa en algo anterior a sí mismo, y se refiere al apego afectivo establecido previamente con la persona fallecida. Podemos decir que hay duelo si existió una relación de apego con la persona que falta. Cuanto más fuerte fue el apego, más profundo será el dolor experimentado por la separación de la persona amada. La pérdida de estas relaciones puede causar:

    • Ataques de ansiedad.

    • Ira.

    • Tristeza.

    • Desgaste emocional.

    Las etapas del duelo según Bowlby

    Bowlby identificó y describió en 1980 cuatro fases del duelo:

      1. Fase del aturdimiento: Surge poco después de la muerte y dura hasta una semana. Es ese momento de incredulidad y shock después de la pérdida de un ser querido. Esta fase puede estar interrumpida por brotes de ira y dolor.

      1. Fase del anhelo: Con el tiempo, uno comienza a reconocer la pérdida, experimentando un profundo sentido de desorientación. En esta fase pueden surgir síntomas como dolores físicos, ansiedad, insomnio y rumiaciones.

      1. Fase de desesperación y desorganización: El proceso de duelo será positivo si la persona puede expresar su dolor. Sin embargo, si esto no ocurre, el proceso de duelo puede estancarse en esta fase.

      1. Fase de reorganización: Se acepta el duelo gradualmente, lo que permite la redefinición de uno mismo y de la situación. Esta fase puede durar varios años.

      Las etapas del duelo varían en intensidad y duración según factores individuales, familiares, la naturaleza de la muerte y factores socioculturales.

      Las 5 etapas del duelo según Kübler-Ross

      El modelo de Elisabeth Kübler-Ross propone cinco fases del duelo:

          1. Rechazo: La persona no acepta la situación y utiliza la negación como mecanismo de defensa.

          1. Ira: Emergen emociones intensas como la ira y el miedo.

          1. Negociación: Es un intento de encontrar una «solución a la muerte».

          1. Depresión: Se reconoce la pérdida y la imposibilidad de enfrentar la muerte.

          1. Aceptación: Se reconoce y acepta plenamente lo sucedido.

        Las 7 fases del duelo

        Además de las fases de Kübler-Ross, hay teorías que proponen siete fases del duelo, agregando una fase inicial de shock y una fase final de esperanza.

        ¿Cómo procesar las etapas del duelo?

        No hay un tiempo determinado para procesar un duelo, ni técnicas específicas para hacerlo rápidamente. Es fundamental:

            • Darse tiempo para superar la pérdida.

            • Reconocer todas las emociones.

            • Procesar y enfrentar las diferentes etapas del duelo.

            • Buscar ayuda si es necesario.

          Procesando el duelo en diferentes contextos: La importancia de la intervención psicológica

          El duelo es un proceso complejo que trasciende la mera pérdida física. Puede surgir de múltiples situaciones, y cada individuo, influenciado por su contexto y experiencia personal, lo vivencia de manera única. Desde el doloroso duelo perinatal hasta el duelo por infertilidad o una separación amorosa, el impacto en el bienestar emocional puede ser abrumador.

          1. Duelo perinatal: una pérdida invisible pero intensa La pérdida de un bebé durante el embarazo o poco después del nacimiento, conocida como duelo perinatal, es una de las experiencias más dolorosas que pueden enfrentar los padres. Este duelo, a menudo silencioso y poco comprendido por la sociedad, puede generar un profundo sentimiento de culpa. Sin el apoyo adecuado, el duelo perinatal puede evolucionar hacia trastornos más serios, como la depresión o el trastorno de estrés postraumático.

          2. Duelo y separación amorosa: despidiéndose de los sueños compartidos Una ruptura de pareja puede ser equivalente a una pérdida física. Se experimenta el duelo por la relación que fue, por los sueños compartidos y por el proyecto de vida construido conjuntamente. Es esencial reconocer y procesar estas emociones para poder avanzar.

          3. Duelo e infertilidad: enfrentando la pérdida de un futuro soñado La incapacidad de concebir puede ser devastadora para una pareja que ansía formar una familia. Enfrentan no solo la pérdida del hijo soñado sino también de la imagen que tenían de sí mismos como padres. El duelo por infertilidad requiere un espacio seguro para procesar estas emociones complejas.

          El papel vital de la terapia psicológica La terapia psicológica juega un papel esencial en la comprensión y procesamiento del duelo. Tanto la psicoterapia cognitivo conductual como la terapia sistémico-relacional ofrecen herramientas para desentrañar las emociones, enfrentar el sentimiento de abandono y trabajar en la reconstrucción post-duelo. Además, el enfoque sistémico-relacional tiene el potencial de sanar todo el sistema familiar.

          Conclusión El duelo es una experiencia humana universal, pero su manifestación es profundamente personal. Ya sea que se enfrente la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o la incapacidad de concebir, es vital reconocer el impacto emocional y buscar el apoyo necesario para sanar y avanzar. La terapia psicológica puede ser ese puente hacia la recuperación y la reconstrucción.

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